Hay un dicho que asegura que cada siete años cambiamos de
amigos; otro asevera que cada 12 meses, toda célula de nuestro cuerpo se transforma
por completo completo.
No es Año Nuevo aún, pero ya tengo un deseo para el
siguiente ciclo. Es un deseo muy simple:
tener un nuevo comienzo. Pero si quiero un nuevo punto de partida debe empezar
en mi interior.
No soy una persona perfecta, de hecho soy una persona
perfectamente imperfecta. Es más, carecer
de fallas no es algo a lo que realmente aspire porque simplemente no es posible. Pero, ¿saben qué si está en mis manos? Convertirme en una persona mejor.
Eso es algo que todos podemos hacer. Ser mañana alguien
mejor de lo que fui ayer es una de las promesas más hermosas que como seres
humanos podemos hacer.
Tengo muchas faltas pero prometo ser compasiva, tener
serenidad, ser sincera, ser respetuosa pero nunca comprometer mi autorespeto.
Perdonar y aceptar.
Con mis amigos, con TODOS mis amigos, prometo ser honesta,
valiente y leal, pero sobre todo, tenerles fe. De verdad creer en ellos. Lo más
importante, juro redescubrir la luz que los hizo entrar en mi vida en un
principio.
Estoy buscando ya no vivir en la oscuridad, de rodearme de
luz con las personas que son alegría para mí. Dejar de estar en la penumbra para ser luz que
guíe a otros cuando lo necesiten.
Quiero vivir el presente como el regalo que es. Tener una
vida nueva.
Mi deseo es simple.
Tener un nuevo comienzo con las personas que amo y que todos nos
rodeemos de luz para luminar el cielo como las estrellas que somos.
March
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